No solo es un poderoso antioxidante en tus platos, el aceite de oliva aplicado de manera tópica, también es un fabuloso tratamiento antiedad que combate los daños provocados por los radicales libres, evitando así el envejecimiento prematuro de la piel. 

En la antigüedad, tanto egipcios como griegos, ya utilizaban el aceite de oliva como remedio para tratar la piel. Era un elemento indispensable para cuidar la epidermis, elaborar cataplasmas, ungüentos y bálsamos perfumados, un elixir que ha llegado hasta nuestros días y que se ha ganado el apelativo de ‘oro líquido’.

 Efecto antiedad del aceite de oliva

 No solo la saludable dieta mediterránea promueve la longevidad al contar con alimentos antioxidantes, sino que también podemos beneficiarnos de este increíble efecto directamente sobre la piel.

 El aceite de oliva virgen extra (AOVE) de calidad, prensado en frío, es una gran fuente de Vitamina E, K y polifenoles, responsables de su poderoso efecto antioxidante al aplicarlo de manera tópica. Un tratamiento antiaging natural que frena la degradación celular manteniendo la piel sana y joven durante más tiempo. ¡Todo un elixir de juventud!

 Sus ácidos grasos esenciales son los encargados de tonificar y aportar firmeza a la piel, contribuyendo eficazmente a la regeneración celular. Su contenido en escualeno suaviza y nutre la epidermis, por lo que es un ingrediente perfecto sobre todo para las pieles con tendencia a la deshidratación, pieles secas y/o maduras.

El AOVE aporta protección a la piel frente a agresiones externas, como pueden ser la contaminación o el clima, la exposición a la calefacción o al aire acondicionado, siendo este escudo una de las mayores claves para reforzar el efecto antioxidante de sus polifenoles y vitaminas. La toma de medicamentos, el estrés o las fluctuaciones hormonales también pueden alterar la piel envejeciéndola y haciendo que luzca áspera, mate y sin vida, siendo necesario tratarla con ingredientes calmantes, hidratantes y emolientes como el aceite de oliva.

 La cosmética con aceite de oliva como tratamiento antiedad

 Al aplicar un cosmético enriquecido con AOVE, este favorece un nivel óptimo de humedad en la piel, además de conservar y mantener su manto lipídico natural. El ácido oleico contribuye a la formación de membranas celulares, frenando el estrés oxidativo y el deterioro celular que son responsables directos del envejecimiento.

 El aceite de oliva es humectante y, su capacidad para conservar la piel hidratada y suave, ayuda a minimizar y retrasar la aparición de arrugas y líneas de expresión, convirtiéndose así en un perfecto aliado antiedad y en un ingrediente básico de neceser.

 Los cosméticos enriquecidos con aceite de oliva, como nuestro aceite facial,  no solo mejoran la elasticidad de la piel, sino que también aportan confort y refuerzan la barrera cutánea, puntos clave para detener el envejecimiento prematuro, además de revitalizar el tejido cutáneo y favorecer la oxigenación celular. Pero sin duda su mayor poder reside en los polifenoles, capaces de combatir los daños provocados por los radicales libres.

 Si te cuidas por dentro ¿por qué no cuidarte por fuera? Luchar contra el envejecimiento desde la mesa y desde el tocador es una ecuación perfecta para conservar una buenísima salud y juventud durante muchos años.